miércoles, 18 de junio de 2008

La boda de Paco y Quique

Y, por fin, la boda tanto tiempo esperada. El pasado sábado, 14 de junio, Francisco Maroto dio el “sí, quiero” a su pareja desde hace 14 años, Quique Rodríguez Seivane. Fue todo un acontecimiento, al que asistieron la familia del alcalde, empezando por su madre, que fue testiga junto con el padre de Quique; la familia de Quique; los amigos de ambos; muchos convecinos (algunos invitados y otros que simplemente se acercaron para saludar y felicitar a los novios), y una nube de periodistas de las principales cadenas de televisión españolas (además del Canal Arte de Francia), y de diversos periódicos y revistas (entre ellas, la italiana Amica).

Los invitados habían preparado a los novios una sorpresa: un coro rociero, un estilo de canciones al que Francisco Maroto es aficionado, entre otras cosas por el origen andaluz de su madre. Así, las canciones rocieras dieron emoción a la boda, oficiada por la concejala Pilar Hombrados, y en la que Ana, vecina de Robreluengo, leyó el siguiente poema de Walt Whitman, de su obra Calamus:

Contigo, navegando en el mar o en una playa del mar o en alguna isla tranquila,

aquí te permito que poses tus labios en los míos,

con el largo beso del camarada o el beso del nuevo esposo,

pues yo soy el nuevo esposo y yo soy el camarada.


A la salida, y después de que cayera sobre ellos arroz, cintas y mil papelillos de colores, los esposos se lanzaron a bailar una canción rociera. Francisco Maroto y Enrique Rodríguez Seivane vivieron así uno de sus días más felices, aunque el alcalde estuvo hasta muy poco tiempo antes de la boda por las calles de Campillo de Ranas resolviendo un asunto. “Es que había avería de agua”, dijo. Es lo que tiene ser alcalde. Durante la ceremonia, una de las concejalas recordó que la corporación de Campillo no tiene sueldo, dado el menguado presupuesto con el que cuenta el ayuntamiento, y que el trabajo de todos es voluntario. Un ejemplo de activismo y responsabilidad ciudadana. Francisco Maroto declaró a los periodistas que su principal satisfacción es que, gracias a las informaciones de la prensa y a la presentación del documental Campillo sí, quiero en festivales de todo el mundo, mucha gente se entere de que en un pequeño pueblo de Castilla-La Mancha se defienden y reivindican a través de las bodas gays los derechos del colectivo LGTB.

La fiesta, con barra libre, se prolongó hasta la madrugada.

1 Comentarios:

Blogger dani said...

anoche pudimos disfrutar de lo lindo (por fin) viendo el impresionante corto-documental en el "lesgaicinemad".

muchas gracias por todo, tanto al alcalde de campillo como al director del corto y... ¡enhorabuena! (en todos los sentidos posibles).

6 de noviembre de 2008, 17:13  

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