jueves, 2 de julio de 2009

Después de Londres, Nueva York. Campillo sí, quiero se proyectó en el New Fest, y el periodista Carlos Fresneda escribió la siguiente crónica:

DE CAMPILLO A NUEVA YORK


CARLOS FRESNEDA desde Nueva York
9 de junio de 2009.- Lo "impensable" en Nueva York es una apacible y bucólica realidad en Campillo de Ranas. Mientras Barack Obama se resiste a reconocer a los homosexuales el derecho a contraer matrimonio, Francisco Maroto (hijo de andaluza y californiano) sigue oficiando como si tal cosa las bodas gays en un pueblo perdido de la provincia de Guadalajara.
El mundo al revés: los cincuenta habitantes de Campillo de Ranas, impartiendo lecciones de modernidad y tolerancia a la gran metrópoli...
"Campillo, sí quiero" da título al documental que se ha traído hasta el NewFest Andrés Rubio y que ha causado sensación en Manhattan, donde los gays traman aún la enésima travesía del puente de Brooklyn para reclamar sus derechos. Con la complicidad de Walt Whitman, la animación de Vritis y la música de Joseba Elola, Rubio ha tejido un retrato entre lo social y lo poético, a medio camino entre "La España de los Botejara" y José Luis Guerín.
Las sabias reflexiones del alcalde Maroto, el "Yes I do" de don Raymond y don José Luis y las palabras de Trini Herranz –"¡Allá cada cual!"- desde el colmado de Majaelrayo resuenan aún en la misma sala donde también se proyectó 'One summer in New Paltz', el documental de Nancy Nicol sobre la batalla infructuosa de otro joven y valiente alcalde, Jason West, que se atrevió a casar homosexuales en un pueblo de Nueva York.
Una distancia casi sideral separa a New Paltz de Campillo de Ranas. La España profunda y despoblada de los tejados de pizarra se aproxima mucho más a la utopía que el eterno suburbio a la americana donde la fronda no deja ver el cielo. "Campillo, yes I do" (en la versión con subtítulos) es una afirmación del "vive y deja vivir", y también una invitación permanente a descubrir la felicidad de la tierra, sin distinciones de edad, orientación sexual o querencia política.
La película de Andrés Rubio (con la fotografía de Dani Galindo, el montaje de Daniel Ramo y el sonido de José Manuel Chillarón) tiene la rara virtud de transplantar al espectador al lugar y aceptar lo que ve, respira y oye con total normalidad.
"La principal batalla de la comunidad gay es la visibilidad", dijo Rubio ante la audiencia del NewFest, y van ya treinta festivales con éste. "Campillo, sí quiero" debutó en el Festival de Cine Internacional de Reykjavik y obtuvo el premio del público en el Festival LGTB de Madrid. El jueves sabremos si se marcha con premio de Nueva York, donde ha servido ya para calentar la movida humana y política.

jueves, 26 de marzo de 2009

Campillo sí, quiero, en el festival de Las Palmas

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, junto al de Campillo de Ranas, Francisco Maroto, y el director del documental, Andrés Rubio (de pie).

En la playa de las Canteras, con algunos de los miembros del jurado y de la organización.

Palabras de presentación de Luis Roca, responsable del Foro Canario del festival de Las Palmas, con motivo de la presentación de Campillo sí, quiero en la sección informativa del certamen:

“CAMPILLO, SI QUIERO no trata de lo que parece: un pueblo de apenas 200 personas en Guadalajara, Campillo de Ranas, que ostenta, gracias a su alcalde, Francisco Maroto, el récord de matrimonios homosexuales en proporción a sus habitantes. La película, primera del periodista Andrés Rubio, habla de algo más profundo y universal: del verdadero valor de las palabras. De su auténtico significado. Por ejemplo, el verbo celebrar. En Campillo Sí Quiero se celebran bodas gays. Se celebran porque efectivamente se ofician en Campillo de Ranas y se CELEBRAN, en mayúsculas, porque aquí al rito no lo sucede la tradicional fiesta, sino un auténtico festival, la fabulosa explosión de una alegría contenida durante toda una vida y que emana de los cuerpos de contrayentes y amigos como un torrente. Como tiene que ser. Este Festival es el primero de carácter generalista en que se exhibe en España. Antes ha estado, entre otros, en Reykjavyk (Islandia), Oslo (Noruega), Lodz (Polonia), Tesalónica (Grecia) y el BACIFI de Buenos Aires. En dos semanas se proyectará en el muy prestigioso Festival de Cine Gay de Londres. Ustedes descubrirán sus virtudes, pero permítanme adelantarles que una de ellas es narrar menos de lo que en profundidad cuenta, premisa básica del mejor cine. Festival viene de fiesta y esta película trata de una verdadera celebración. Así que hoy podemos decir, de verdad, con solemnidad, que el 10 º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria celebra la proyección de Campillo, Sí quiero”.

jueves, 12 de marzo de 2009

Campillo sí, quiero, a Londres.

Un documental “impresionantemente bello, peculiar y conmovedor”

El 2 de abril se estrena, en la sede londinense del British Film Institute, el documental Campillo sí, quiero, referido en el catálogo del Festival LGBT (que organiza esta prestigiosa institución británica dedicada al fomento del cine), como “impresionantemente bello, peculiar y conmovedor”. El festival es el tercero del Reino Unido que más público atrae, y las obras audiovisuales que se proyectan no concursan sino que han sido invitadas a participar con la idea de componer un panorama con los trabajos más significativos realizados durante el año.
El texto del catálogo dedicado a Campillo sí, quiero (Campillo Yes, I do) dice así:

"When same sex marriages became legal in Spain in 2005, many mayors refused to perform them but the gay mayor of Campillo, a remote mountain village of 50 inhabitants, said "I do!” . Stunningly beautiful, quirky and moving, this is a year in the life of the new gay wedding capital of Spain"
(Cuando los matrimonios del mismo sexo se legalizaron en España en 2005, muchos alcaldes rechazaron celebrarlos, pero el alcalde gay de Campillo, un remoto pueblo de montaña de 50 habitantes dijo: “Sí, quiero”. Impresionantemente bello, peculiar y conmovedor, éste es un año en la vida de la nueva capital española de los matrimonios gays).

Campillo sí, quiero, en Zinegoak 2009

En Bilbao, el alcalde de Campillo de Ranas, Francisco Maroto, participó en la proyección de Campillo sí, quiero dentro del Festival LGTB Zinegoak 2009. Y pudimos disfrutar del ambiente festivalero (que incluyó a Las Fellini, con la gran Nenita Danger, como anfitrionas de la fiesta de clausura) y de la compañía de directores y actores que acudieron al festival.

De izquierda a derecha, Roberto Castón, director de Zinegoak 2009 y director de la película Ander, presentada en el Festival de Berlín; Nuria Mencía, intérprete de La Soledad y que ha sido primera actriz de la Compañía Nacional de Teatro Clásico; el alcalde de Campillo de Ranas, Francisco Maroto; el productor y director de Campillo sí, quiero, Andrés Rubio; el juez de paz de Campillo de Ranas y pareja de Francisco Maroto, Enrique Rodríguez Seivane, y el actor portugués Filipe Duarte, que ganó en Zinegoak (y anteriormente en el Festival de Montreal) el premio de interpretación masculina por A outra margem, película dirigida por Luís Filipe Rocha.

Nuria Mencía y Francisco Maroto, a altas horas de la madrugada en Bilbao.

Nenita Danger (de Las Fellini) y Andrés Rubio, durante la fiesta de clausura de Zinegoak 09.

Campillo sí, quiero, en Barcelona Televisión

El 11 de marzo, a las 20.55, y el 15 de marzo, a las 20.00, se proyecta Campillo sí, quiero en Barcelona Televisión. Los barceloneses contemplarán así la escena en la que una de las vecinas de Campillo de Ranas, Ana, habla de Barcelona, su ciudad natal, e invita a Juana, de 80 años, a que vaya a conocerla. Saludos a todos los habitantes de esa maravillosa ciudad, y gracias por ver el documental.

Campillo, en la Universidad

Un centenar de estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid asistieron, el pasado 6 de marzo, a la proyección del documental en el salón de actos de la facultad de psicología, dentro de las jornadas culturales organizadas por el grupo universitario LGBT. Estudiantes de derecho, psicología, económicas y otras materias debatieron luego con el alcalde de Campillo, Francisco Maroto, y con el director del documental, Andrés Rubio, sobre diferentes aspectos de la integración LGBT en el mundo rural.

Nuevas invitaciones de festivales.

Tras su exhibición en Varsovia, Polonia, el Festival LGBT de Riga, en Letonia, proyectará Campillo sí, quiero en su próxima edición. Y en Córdoba, dentro del festival LGBT de la ciudad andaluza, el documental participa en la compeción (se proyecta el 19 de marzo). En los festivales LGBT de Paraguay, Ecuador, Bolivia y Perú también se programará. Campillo sin fronteras

viernes, 2 de enero de 2009

!!!

De entre los muchos mensajes recibidos de los espectadores de Campillo sí, quiero, hemos elegido estos dos. A todos les agradecemos vivamente que nos hayan escrito.

Rosa, desde Barcelona:
“El documental me pareció magnífico, entrañable. ¡Se mezclaron tantos sentimientos! La idea genial y valiente de Francisco, el humor, la emoción contenida y expresada, el árbol-testimonio, inmenso y acogedor que nos introduce en las pautas del tiempo, la naturalidad de todo… En fin, qué decir. Agradeceros la puesta en marcha y la realización de esta bella idea. Para mí, ver esto en España es ver la libertad en marcha, la libertad que respira… ¡que tiene alas!”.


Daniel, desde Buenos Aires:
“Hola Francisco, te cuento que mi nombre es Daniel (ciudadano
italiano) viviendo en Buenos Aires, gay de 42 años. He asistido a algunas de las proyecciones del festival DIVERSA y si bien el nivel cinematográfico de los países participantes es muy bueno, el de ustedes es… ¡maravilloso! El enfoque del documental apunta directo al corazón y de una manera tan natural, fresca y con tanta claridad afectiva que me he sentido totalmente identificado con el enfoque que se le da al sentir Gay. Tanto en mi caso como en la sala en general, la emoción estuvo a flor de piel, y al terminar el filme era muy emotivo ver a otros espectadores con lágrimas en los ojos.
Esa óptica transparente, como un estado de compromiso y goce de nuestra sexualidad sin procesos de crisis ni traumáticos, con el mensaje conductor de aceptación, paz interior y amor hacia uno mismo y hacia los demás, esto, Francisco, llegó al corazón de cada uno de los que vimos el filme. Que exista un país, una localidad, donde social y legalmente nuestra situación se lleve tan naturalmente es maravilloso, y nos da esperanza para los que estamos en sociedades en las que nos falta mucho por recorrer.
Gracias, Francisco, por tu mensaje. Como alcalde de Campillo de Ranas, espero que transmitas a tus convecinos mi apoyo, pues en el hecho de que ellos muestren esa aceptación no sólo hacen bien a su pueblo, sino también a toda la sociedad y a nosotros, los gays dispersos por el mundo, a nuestras familias y a nuestros amigos.
Gracias nuevamente, un abrazo a vos, a tu esposo y al pueblo de Campillo de Ranas.
Desde el corazón.
Daniel”.

martes, 30 de diciembre de 2008

Campillo sin fronteras II

Campillo sí, quiero, en Guadalajara

El estreno en Guadalajara de Campillo sí, quiero en diciembre fue todo un éxito. Celebrado en el Cine Club Alcarreño, los asistentes participaron en un animado debate con el alcalde de Campillo de Ranas, Francisco Maroto, y el director y productor de Campillo sí, quiero, Andrés Rubio. A la proyección asistieron la consejera de cultura de la comunidad de Castilla-La Mancha, Soledad Herrero, y la presidenta de la Diputación de Guadalajara, María Antonia Pérez León (ambas tienen sus cameos en el documental en la escena final) así como diversos alcaldes de municipios guadalajareños. Para el alcalde de Campillo de Ranas el estreno en Guadalajara fue muy especial, pues se le notaban las ganas de que sus paisanos pudieran ver reflejado en imágenes su trabajo de tantos años.


Andrés Rubio (a la izquierda) y Francisco Maroto, durante el estreno de Campillo sí, quiero en Guadalajara.


Francisco Maroto y la presidenta de la diputación de Guadalajara, María Antonia Pérez León, durante el estreno en Guadalajara.


Campillo sí, quiero en el prestigioso festival de cine de Lodz (Polonia)

El pasado 29 de noviembre, Campillo sí, quiero se proyectó en el Festival Internacional de Cine de Lodz, Plus Camerimage 2008. Lodz, que alberga una de las escuelas de cine más prestigiosas de Europa (donde se formaron Wajda, Polanski, Kieslovski y otros grandes del cine polaco), organiza un festival que congrega a más de tres mil invitados venidos de todo el mundo. Es la primera vez que el festival de Lodz programaba documentales, y para el equipo de Campillo sí, quiero (en especial para los cámaras que participaron en el proyecto, Dani Galindo, Daniel Ramo y Pablo Barrientos) supuso una gran satisfacción ser seleccionados en este evento, dado que los programadores valoran especialmente el trabajo de la cámara.


Campillo sí, quiero, premio del público del Festival Lesgaicinemad de Madrid

Campillo sí, quiero inauguró el 30 de octubre el 13º Festival Internacional de cine lésbico y gai de Madrid, Lesgaicinemad. Y uno de los premios del público del festival recayó en el documental, que se presentó en dos de las sedes, en el cuartel del Conde Duque y en el Lolabar. En ambas sesiones el aforo se completó y hubo gente que no pudo entrar. A todos, muchas gracias por acudir.


El alcalde de Campillo de Ranas, Francisco Maroto, junto con Andrés Rubio (a la derecha), durante el estreno en Madrid de Campillo sí, quiero, en el festival Lesgaicinemad.


Campillo sí, quiero en Campillo de Ranas.

Las fiestas de Campillo de Ranas, a primeros de agosto, contaron este año con la proyección del documental Campillo sí, quiero para cerrar el programa de actos. En la plaza del pueblo se instaló una pantalla, y un centenar de vecinos pudo ver el trabajo realizado. Para el equipo que puso en marcha el documental supuso la mayor satisfacción el ver cómo la gente reaccionaba con aplausos a esas imágenes en las que Campillo es el gran protagonista. Y, una vez más, el productor y director, Andrés Rubio, quiso agradecer a los habitantes de Campillo de Ranas su generosidad a la hora de recibir y tratar al equipo, y su participación desinteresada en el documental. Y también les animó a que defiendan y preserven ese modelo de convivencia que han logrado entre todos, en el que confluyen lo rural, el respeto a la naturaleza y la buena vecindad. “De todos los festivales en los que hemos participado, de Buenos Aires a Oslo por todo lo ancho y largo del mundo, la proyección que más nos ha emocionado es ésta en la plaza de Campillo de Ranas con todos los vecinos en una fresca noche de agosto”, declaró Andrés Rubio.


Proyección de Campillo sí, quiero en la plaza de Campillo de Ranas el pasado agosto.


Andrés Rubio, director y productor, a la izquierda, y Daniel Ramo, cámara y montador, en la plaza de Campillo de Ranas poco antes de la proyección del documental.


Distribución internacional de Campillo sí, quiero


La productora Kokelandia ha firmado un acuerdo con la empresa Iron Rod Motion Pictures, con sede en Toronto (Canadá), para la distribución internacional de Campillo sí, quiero. Se espera así que el documental se estrene en Canadá y Estados Unidos y pueda distribuirse el DVD en tiendas y centros educativos. En cuanto a festivales, el documental sigue su ruta. Hasta aquí, relación de los festivales en los que ha participado Campillo sí, quiero

-Festival Internacional de cine de Reykjavyk (Islandia)
-Eurodok Oslo (Noruega)
-Festival Internacional de Documentales de Tesalónica (Grecia), Imágenes del siglo XXI
-Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires, BAFICI (Argentina)
-Festival Internacional de Cine LGTB de Turín (Italia)
-Festival Internacional de cine de Bogotá (Colombia)
-Semana Internacional de Cine de México D. F. (México)
-Festival Internacional de Cine y Documentales de Chillán (Chile)
-Festival Internacional de cine de Lodz (Polonia)
-Festival de cine LGTB de Lisboa (Portugal)
-Festival de cine LGTB de Buenos Aires DIVERSA (Argentina)
-Festival de cine LGTB de Barcelona
-Festival de cine LGTB de Madrid
-Festival de cine LGTB de Bilbao
-Festival de Cine Gay y Lésbico de Londres
-Club gay de Varsovia (Polonia)
-Club gay de Riga (Letonia)
-Festival de Cine Gay de Nueva York (NewFest)
-Festival de cine LGTB de Murcia
-Ciclo Cine en el Rojas de Buenos Aires

Y ya están confirmadas otras proyecciones de Campillo sí, quiero en Bolivia, Perú, Uruguay, Panamá y Ecuador. Campillo sin fronteras.


miércoles, 18 de junio de 2008

La boda de Paco y Quique

Y, por fin, la boda tanto tiempo esperada. El pasado sábado, 14 de junio, Francisco Maroto dio el “sí, quiero” a su pareja desde hace 14 años, Quique Rodríguez Seivane. Fue todo un acontecimiento, al que asistieron la familia del alcalde, empezando por su madre, que fue testiga junto con el padre de Quique; la familia de Quique; los amigos de ambos; muchos convecinos (algunos invitados y otros que simplemente se acercaron para saludar y felicitar a los novios), y una nube de periodistas de las principales cadenas de televisión españolas (además del Canal Arte de Francia), y de diversos periódicos y revistas (entre ellas, la italiana Amica).

Los invitados habían preparado a los novios una sorpresa: un coro rociero, un estilo de canciones al que Francisco Maroto es aficionado, entre otras cosas por el origen andaluz de su madre. Así, las canciones rocieras dieron emoción a la boda, oficiada por la concejala Pilar Hombrados, y en la que Ana, vecina de Robreluengo, leyó el siguiente poema de Walt Whitman, de su obra Calamus:

Contigo, navegando en el mar o en una playa del mar o en alguna isla tranquila,

aquí te permito que poses tus labios en los míos,

con el largo beso del camarada o el beso del nuevo esposo,

pues yo soy el nuevo esposo y yo soy el camarada.


A la salida, y después de que cayera sobre ellos arroz, cintas y mil papelillos de colores, los esposos se lanzaron a bailar una canción rociera. Francisco Maroto y Enrique Rodríguez Seivane vivieron así uno de sus días más felices, aunque el alcalde estuvo hasta muy poco tiempo antes de la boda por las calles de Campillo de Ranas resolviendo un asunto. “Es que había avería de agua”, dijo. Es lo que tiene ser alcalde. Durante la ceremonia, una de las concejalas recordó que la corporación de Campillo no tiene sueldo, dado el menguado presupuesto con el que cuenta el ayuntamiento, y que el trabajo de todos es voluntario. Un ejemplo de activismo y responsabilidad ciudadana. Francisco Maroto declaró a los periodistas que su principal satisfacción es que, gracias a las informaciones de la prensa y a la presentación del documental Campillo sí, quiero en festivales de todo el mundo, mucha gente se entere de que en un pequeño pueblo de Castilla-La Mancha se defienden y reivindican a través de las bodas gays los derechos del colectivo LGTB.

La fiesta, con barra libre, se prolongó hasta la madrugada.

martes, 17 de junio de 2008

Elisabeth Nash en Campillo de Ranas

Elizabeth Nash, la corresponsal en España del diario británico The Independent, visitó Campillo de Ranas para realizar un reportaje sobre la estrategia nupcial de desarrollo rural que se vive en la zona. Nash, veterana periodista y excelente conocedora de la realidad española, charló con Juana Hombrados, de 82 años, y con el alcalde, Francisco Maroto. La visita de la corresponsal británica se suma a otras recientes, como la de un reportero del prestigioso periódico alemán Die Zeit, que pasó en Campillo de Ranas varios días para escribir su crónica.

viernes, 6 de junio de 2008

Turín

La presentación de Campillo sí, quiero en el Festival Internacional LGTB de Turín tuvo como alicientes la presencia como invitados especiales del festival de Alaska, La Terremoto de Alcorcón y La Prohibida (La prohibida presentó, en perfecto italiano, la gala final de entrega de premios del festival, en la que tanto ella como La Terremoto contaron con la simpatía y los aplausos del público turinés). El alcalde de Campillo de Ranas, Francisco Maroto, y el productor y director del documental, Andrés Rubio, compartieron con ellos esos días de cine turineses.

De izquierda a derecha, Francisco Maroto; el director del festival LGTB de Turín, Giovanni Minerva; el director de Campillo sí, quiero, Andrés Rubio; La Terremoto de Alcorcón y Pepe, su bailarín.

Andrés Rubio y Francisco Maroto junto al cartel de Campillo sí, quiero, obra del artista Vritis.

Mario Vaquerizo, Alaska y Francisco Maroto.

Alaska se prepara para su intervención durante el festival de Turín.

Tesalónica

jueves, 5 de junio de 2008

Oslo

Campillo sí, quiero

En Buenos Aires, también encontramos un homenaje a Campillo, en forma de calle porteña.

El director, Andrés Rubio, y el alcalde de Campillo de Ranas, Francisco Maroto, durante uno de los tres debates celebrados tras la proyección de Campillo sí, quiero en el Festival de Documentales de Tesalónica, en Grecia.

Francisco Maroto acompañado del periodista de la televisión italiana, Rai 2, que acudió a Campillo de Ranas para entrevistarle.

Francisdo Maroto dándole el biberón a una de sus cabritillas.

miércoles, 4 de junio de 2008

Buenos Aires

A la presentación de Campillo, sí quiero en Buenos Aires no le faltó de nada. Para empezar, fue en el Bafici (Festival de Cine Independiente de Buenos Aires), sin duda el mejor festival de cine de Latinoamérica, el más cool, con más de 400 películas, decenas de miles de espectadores y unos programadores que saben detectar en festivales de todo el mundo las obras más rompedoras, extravagantes, humorísticas y profundas del panorama audiovisual. Una gozada. A ello se suma el que los cines se llenan siempre, el que los estudiantes de Buenos Aires se vuelcan con el festival, y el que la atmósfera que se logra condensa la energía portentosa de la capital argentina.

El documental se presentó en el complejo cinematográfico del mercado de Abasto, sede del festival, uno de los edificios emblemáticos de la ciudad, construido en 1934 y cuyo eclecticismo, que recuerda lo mismo la estación de Helsinki de Saarinem que la Estación Central de Nueva York, da cuenta de la fusión arquitectónica tan genial que uno se topa por todas partes en Buenos Aires.

El público recibió el documental con aplausos en las dos proyecciones que se realizaron (además de en el Mercado de Abasto, en un cine de la calle Corrientes), y siguió en ambos casos un vivo debate con el director, Andrés Rubio. El alcalde de Campillo de Ranas, Francisco Maroto, no pudo asistir a las proyecciones pero envió un mensaje grabado, que se proyectó en la pantalla, en el que saludó al público de Buenos Aires y animó a los argentinos a movilizarse hasta conseguir que Argentina sea el primer país de Suramérica que cuente con una ley de matrimonio gay. Este mensaje, de “un pequeño alcalde” español, como se autocalificó Francisco Maroto, fue recibido con una ovación entusiasta por parte del público que llenaba la sala.

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Este documental español está ubicado en una zona de conflicto, aunque todo parece resuelto por el alcalde gay Francisco Maroto, que creó un edén de la diversidad en medio de un pueblo católico montañés de 50 habitantes. Tras la ley española de casamiento, que amplió los derechos a personas LGTB, muchos alcaldes se opusieron a implementarla y Maroto se convirtió en el ejemplo de la resistencia. Así, Campillo es un pueblo chico y un paraíso grande: un exitoso registro civil de la diversidad sexual. Y Maroto, con su historia de vida, invierte ese relato del gay de pueblo chico que tiene que ir a buscar la libertad al anonimato de las grandes ciudades. Película activista inteligente basada en el carisma de este alcalde, un hombre joven con una sencillez tan confortable que no faltará quien se desespere por ir a casarse a Campillo, ¡pero con él!

Diego Trerotola (diario Página 12)

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“Yo caso”, se plantó corajudo Francisco Maroto, alcalde del pueblo español Campillo de Ranas, cuando otros intendentes (de derecha) se negaron a aplicar la ley de matrimonio homosexual, aprobada en ese país en junio de 2005. Y a partir de su decisión, esa localidad rural de 50 habitantes permanentes se convirtió en el pueblo de las bodas. “Campillo sí, quiero”, el documental dirigido por Andrés Rubio, exhibido esta semana en el Bafici (Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires), cuenta la historia de este pequeño rincón de Guadalajara, a 125 kilómetros de Madrid, al que llegan gays y lesbianas de todo el mundo a intercambiar alianzas, pulseras y confites. Ceremonias con dos ramos de novia y diálogos hilarantes (-Yo soy amiga del novio; -¿De cuál?), sazonan el relato, que incluye escenas dignas de una peli de Almodóvar (y si no tienten el diálogo entre las dos viejas vecinas), para testimoniar un modelo de convivencia basado en “una estrategia nupcial de desarrollo rural” (Rubio dixit).

Raquel Garzón (revista cultural Ñ, del diario Clarín)